El miércoles 30 de marzo, cerca del final de la sesión, comenzaron a votarse las iniciativas de norma sobre Educación en la Comisión de Derechos Fundamentales. Lamentablemente la sesión tuvo que acabar antes de que se votaran las casi 60 iniciativas.
¿Qué se votó?
En primer lugar, alcanzaron a votarse las 16 iniciativas indígenas constituyentes en materia educacional, de las cuales fueron aprobadas dos: la Iniciativa 2-4, patrocinada por casi todos los pueblos, y un artículo de la Iniciativa 210-7 (el resto de la iniciativa se derivó a otras comisiones). Las propuestas versan sobre los derechos de los pueblos indígenas para desarrollar sistemas de educación propios pertinentes con su cultura, y la obligación del Estado de fomentar y garantizar este derecho. En concreto, los articulados dicen lo siguiente:
Las primeras naciones, a través de sus instituciones autónomas, tienen derecho a establecer, desarrollar, controlar y proyectar sus sistemas de educación ancestral en el marco de su propia comprensión y configuración de mundo. Es deber del Estado fomentar y garantizar el financiamiento de la educación propia ancestral sin intervenirla, de tal manera que se implemente adecuadamente este derecho. (Iniciativa 2-4, inciso 1)
Deberán adoptarse medidas apropiadas para garantizar que las nuevas generaciones sean educadas por las familias e instituciones tradicionales propias del territorio, en el marco de sus saberes, lenguas y conocimientos ancestrales. (Iniciativa 2-4, inciso 2)
El estado de Chile reconoce a los educadores ancestrales de los pueblos indígenas y promueve su enseñanza , diferenciándolos por el territorio a cual estos tienen pertinencia. (Iniciativa 210-7, artículo 1)
¿Algo más?
Sí, alcanzaron a votarse tres iniciativas populares de norma antes de cerrar la sesión, que son aquellas que hace unos meses requerían de al menos 15.000 firmas ciudadanas para ser presentadas ante la Convención Constitucional. Una era una cláusula sobre Educación Sexual Integral de una iniciativa mayor sobre derechos reproductivos, mientras que las otras dos eran propuestas centradas en defender la libertad de enseñanza y el derecho preferente de las familias a elegir la educación de niños, niñas y adolescentes, tal como lo conocemos hoy. Las tres iniciativas fueron rechazadas.
¿Significa que no habrá educación sexual integral ni libertad de enseñanza?
No, calma. Pese a las inquietudes y al ruido que generó el rechazo a estas materias, principalmente en redes sociales, recordemos que son muchas las iniciativas que se proponen, se cruzan y repiten entre ellas, por lo que es normal que la gran mayoría se rechace (por eso sólo se aprobaron 2 de las 16 indígenas). En el caso de la educación sexual integral, ya existe una norma aprobada sobre esto para formar parte en la nueva constitución, por lo que no tenía sentido aprobarla. De la misma manera, que se hayan rechazado dos iniciativas sobre libertad de enseñanza no implica necesariamente que no será un elemento protegido por la nueva Constitución. De hecho, muchas de las iniciativas que aún faltan por votar consagran la libertad de enseñanza, aun viniendo desde diversos sectores políticos, y algunas, incluso, promueven el financiamiento estatal a la educación particular. Basta que se apruebe una de ellas para que quede en la primera propuesta de texto.
¿Y qué viene ahora?
Todavía faltan alrededor de 40 iniciativas en educación por votarse en general. Se suponía que la votación cerraba hoy, jueves 31, pero el pleno N°77 se alargó y la sesión tuvo que suspenderse, por lo que esperamos que se retome la próxima semana.
Finalizada la votación en general, los convencionales de la comisión deben presentar indicaciones y votar las normas en particular. Una vez finalizado este proceso, escriben un informe que se vota de la misma manera en el pleno, con los 154 convencionales, y requiere que ⅔ de ellos aprueben las normas. ¡Aún queda un largo camino por recorrer, así que a mantener la calma!