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Este jueves se discutió la iniciativa de norma sobre “familia e infancia en la nueva constitución” presentada por las y los convencionales Carol Bown, Raúl Celis, Ruth Hurtado, Luciano Silva, Roberto Vega, Martín Arrau, Paulina Veloso y Bernardo de la Maza, todos de Vamos por Chile. Entre otras cosas, la propuesta concibe que educar significa “conducir a una persona hacia un bien integral”, por lo que  plantea que “el rol de los padres es central para la educación de los niños y les corresponde por derecho natural”, incluso estando “por sobre los deseos y opiniones del niño”, considerando que serían los padres quienes mejor saben lo que necesitan sus hijos. Dentro de este contexto, proponen que el Estado tenga sólo un rol “auxiliador” o de” apoyo”.

Durante la discusión se hicieron varios cuestionamientos a la iniciativa. El convencional Alvin Saldaña (Movimientos Sociales Autónomos), por ejemplo, se refirió a la contradicción existente entre el principio rector de la propuesta basada en el interés superior del niño y el derecho preferente de los padres de educarlos bajo sus propias creencias. En la misma línea, la convencional Lorena Céspedes (Independiente) cuestionó que los padres puedan pasar por sobre los deseos y opiniones del niño, y se preguntó dónde quedaría, entonces, el concepto de Autonomía Progresiva; mientras que Agustín Squella (Lista del Apruebo) criticó la concepción de educar como “conducir”, señalando que sería mejor pensarla como una creación de condiciones para que los mismos niños puedan conducirse. En general, todas estas opiniones apuntaron al adultocentrismo propio de la propuesta y cómo ésta le resta agencia a los niños, niñas y adolescentes.

Paola Grandón (Apruebo Dignidad), en tanto, manifestó que la propuesta no considera contextos como la vida en extrema pobreza, donde las madres no pueden hacerse cargo de la educación de sus hijos, dado que deben trabajar durante todo el día. En ese mismo marco, Elisa Loncon (Escaño Reservado Mapuche) recalcó la deuda que tiene el Estado con la educación desde su rol garante, a pesar de lo que plantean los tratados internacionales.

Por otro lado, Giovana Roa (Revolución Democrática) apuntó a la necesidad de modificar el uso del lenguaje en el articulado avanzando hacia un lenguaje inclusivo, hablando de familias en plural, reconociendo su diversidad, y de niños, niñas y adolescentes, y no sólo de niños, y otros aspectos para adaptar la Constitución a los nuevos tiempos

Si bien todavía no comienza el debate sobre el Derecho a la Educación en la Comisión de Derechos Fundamentales, discusiones como ésta en otras comisiones nos dan un adelanto de cómo se irán configurando las distintas posturas y puntos de vista que entrarán en esta materia.